Reflexión final

Los beneficiarios de nuestro trabajo como docentes son nuestros chicos y chicas y, por ello, sentía la necesidad de formarme un poco más en un campo en el que estaba actuando por intuición y por ensayo-error.
A lo largo de nuestras vidas como educadores nos vamos a encontrar con alumnos que tienen necesidades diferentes, ritmos de aprendizaje diferentes al resto del grupo, y debemos estar mínimamente preparados para trabajar con ellos, porque todos y cada uno de los chicos que tenemos en clase se merecen lo mejor que les podamos ofrecer.
El curso me ha resultado muy útil, ya que me ha proporcionado una serie de conocimientos y, sobre todo, una serie de herramientas que no conocía. Ahora debo ponerlas en práctica, eso es lo realmente difícil, ponerlas en práctica y que sean efectivas. Es cierto que ha habido momentos de dificultad durante estos dos meses, pero también es cierto que con la ayuda de los tutores y de los compañeros se han superado satisfactoriamente y ahora nos sentimos orgullosos del trabajo que hemos hecho.
Mi agradecimiento a los tutores y a los compañeros por su ayuda!!!